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MICRORRELATOS

Aluminé Fernandez Rodriguez

Un taller de cerámica a los 6 años, una quema a brasa y fuego con amigas a los 15, otra en un pozo sola en casa a los 19. No sé cuál sería el inicio, capaz que todas esas juntas más las horneadas en la plaza de Villa Elisa. Todas son inicios, cada vez que horneamos es como si fuese la primera vez, con el mismo nivel de ansiedad, de asombro, de aprendizaje y de corazón.

El fuego es inicio.

02.07.90

Magalí Dotta

Comencé a acercarme a la cerámica cuando descubrí las horneas a las leña, a partir del contacto con el fuego, el encuentro  y la magia del momento... ahí comenzó todo. 

La unión con el barro se volvió cotidiana, profunda y cada vez más necesaria para mis días, al igual que las horneadas.

Mariel Tarela

A los 14 años era la única adolescente en un taller de pintura, al que concurrían muchos adultos. La persona en edad más cercana a mí me llevaba por lo menos 15 años. Era un territorio espléndido dónde se cruzaban muy diversas biografías. En la planta alta del taller, la esposa del profesor de pintura tenía un taller de cerámica, que funcionaba otros días. Decidí probar, ver…. A los 18 años me inscribí en la Facultad de Bellas Artes, dejé de pintar, pero hasta hoy, nunca pude separarme de la cerámica.

La Plata

24/10/68

Mi primer contacto con la cerámica fue antes de terminar la primaria, en la Escuela Estética N2 de La Plata. Hace muy poco guardé las piezas de esa escuela, donde nos enseñaron que siempre hay que ahuecar las piezas para que no exploten en el horno. Desde ese entonces no volví a tocar la cerámica hasta el año pasado (2018) que tuve unas semanas de cerámica en Procedimientos de Las Artes Visuales. El trabajo que realicé, con una compañera, fueron una serie de corales. Ahí aprendimos de la frustración de que se te rompan las piezas en las que tanto trabajaste, pero de cualquier modo fue muy divertido. La cerámica es relajante, le da algo que hacer a mis manos, tengo ganas de hacerlo más seguido.

Sofía Tamis Nolwe

Me encariñé con la delicadeza y el universo sensible del barro

Verónica Dillon

Podría ser en mi infancia jugando en City Bell corriendo con mis hermanos cuando  dejábamos  las huellas de  los pies sobre el barro fresco para  luego pintarnos  el cuerpo, inicios de lo que hoy llamaríamos performance. O cuando tenía diez o doce años en el antiguo Teatro Argentino de la ciudad de La Plata, allí aprendía distintas actividades artísticas. No lo recuerdo exactamente. Pero si sé que en la escuela secundaria me enseñaron a odiar física y química,  entonces entré a la facultad de Bellas Artes para liberarme de ellas. Elegí la carrera de cerámica sin saber que era justamente eso, la transformación de los materiales por la acción del fuego, física y química aplicada todo el tiempo. Estuve a punto de abandonar hasta que descubrí otro modo de aprender y enseñar a través del arte. Siento pasión por los registros que las manos y otros elementos dejan sobre la arcilla y como esta se puede modificar hasta donde quiero. Pero mucho más me atrapa, cuando el fuego y los materiales se funden, resisten y me ganan a mí. Es justo allí, en esa coacción, cuando descubro la potencia expresiva de la cerámica con sus insondables posibilidades poéticas.

No pertenezco a la facultad pero al participar de la quema me llevé una re linda experiencia y aprendí los procesos para cocinar la arcilla, los cuales desconocía

Angelica Valentina Cuesta Casas

Para una persona como yo, la cual su basica es pintura el contacto con la ceramica fue como entrar en un nuevo universo en el que nada es lo que parece al principio si no que todo se transforma, el fuego lo transforma, ese pequeño pedazo de barro al que mis manos le dieron forma, al simplemente secarse cambia y al entrar en el horno cobra vida. Todo esto sin siquiera hablar del tema de los colores, y todas las maneras en que se puede conseguir que una pieza luzca de una forma u otra. Mi primer contacto con la ceramica hizo que quisiera saber mucho más de ella.

Carlos Servat

Aprendí a sorprenderme. Estudiaba pintura y descubrí que el arte podía tener formas indirectas. La espera y la sorpresa. Es lo que me construye como cuestión semántica de lo que es ceramica.

No formo parte de la facultad, y no curse la materia, pero si participe de la quema y fue una experiencia muy linda que volveria a repetir.

Rocio Bernatene

A los 11 años en una escuela primaria de la ciudad de Bahia Blanca una hermosa profesora de Plástica nos dijo que ibamos a trabajar con arcilla.

Aun recuerdo la textura de mi primer arcilla blanca con chamote, la bolsa, el olor, el barro en mis manos, las "piedritas" que me dolian...

Mi primera pieza fue una figura humana, no cualquiera, una mujer, sentada, abrazando su panza de embarazada, mirándola...

como una intuición de mis manos con once años de edad, expresando tanta carga ancestral, de la mujer, del cuerpo, de la vida misma creándose desde el largo tiempo que llevamos en nuestra madre tierra.

Aun mi mamá la conserva y la veo cada vez que vuelvo a mi casa, recordándome mi primer encuentro con la arcilla.

Nunca la llevé a hornear, ella es fragil, como la vida.

Desde un principio me encantaba la cerámica, por su forma de ser trabajada, me encanto la quema fue mucho más de lo que esperaba, fui con la idea de ir un ratito y después no podía irme, fue una experiencia muy linda

Artistas Consagrados

Marc Chagall

A menudo, el fuego permite que los productos de mis dolores salgan del horno en una forma reconocible, pero muchas veces también en una forma grotesca y ridícula. Los elementos ancestrales me recuerdan con demasiada frecuencia el hecho de que mis posibilidades son limitadas.

 Citado en Roland Doschkla: El arte no se puede hacer con teoría. (1992) `s-Hertogenbosch, Museum het Kruithuis,p 32

Isamu Noguchi

Las atracciones de la cerámica residen en parte en sus contradicciones. Es a la vez difícil y fácil, con un elemento más allá de nuestro control. Es extremadamente frágil y duradero. Al igual que la pintura de tinta "Sumi", no se presta a borrados e indecisión. Lo mejor es lo que es más espontáneo, o aparentemente lo es. He encontrado que es un medio natural para trabajar en Japón, pero no es así en Estados Unidos. Lo asocio con la cercanía de la tierra y la madera que es para mí Japón y no Estados Unidos hoy.

 

Recuperado en el sitio web del museo del jardín Isamu Noguchi: www.noguchi.org

Pablo Picasso

Tienes que meterte en la cerámica. Es maravilloso! Hice una cabeza que puedes ver desde cualquier ángulo y siempre se mantiene plana. La pinté y es la pintura, por supuesto, lo que la hace ver plana. ¿Qué es lo qué la gente realmente busca en la pintura? Profundidad y tanto espacio como sea posible. Lo que debes tratar de lograr en una escultura es hacer que parezca plana desde todos los ángulos.

 

Fragmento de carta de Pablo Picasso a Henri Laurens. Citado en Borka y Koplos. Lo inesperado, p49

Anthony Gormley

Hubo un momento justo después de que me mudé al nuevo estudio cuando estaba lleno de arcilla y estaba tratando de encontrar una manera de hacer que no impusiera una imagen en el material sino que permitiera una relación uno a uno entre mi cuerpo y el cuerpo de la arcilla. Las formas surgieron naturalmente del espacio entre mis manos; la arcilla era otra forma de tratar con la carne.

 

Entrevista de Anthony Gormley con Declan McGonagle. Tate Publishing 1993, p 40-1

Peter Voulkos

Cuando estás experimentando en el torno, hay muchas cosas que no puedes explicar. Simplemente te dices a ti mismo, "la forma encontrará su camino" - siempre lo hace...

En el momento en que comienzas a sentir que entiendes lo que estás haciendo, pierdes la calidad de búsqueda... Finalmente llegas a un punto en el que ya no te preocupa mantener esta gota de arcilla centrada en el torno y en el aire. Tus emociones se hacen cargo y lo que sucede simplemente sucede.

Citado en De Waal, Cerámica del siglo XX, p. 158

Jeff Koons

Cuando tenía alrededor de cuatro y medio, cinco años, iba después de la escuela a este pequeño edificio, como un pequeño refugio. Por las tardes habíamos hecho cosas con palitos de helado. Estuvimos trabajando con plastilina. Y esta experiencia me dio mi base. A eso era a lo que me aferraba en el mundo, y todo lo que hice en ese momento, lo sé, es equivalente a lo que estoy haciendo ahora. Y eso fue para mí realmente arte.

 

Citado en David Rimanelli. Jeff Koons: una visita al estudio. Artforum, verano de 1997, p 116

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